San Miguel de Allende, una ciudad de la época colonial situada en el altiplano central de México, es conocida por su arquitectura barroca española, su floreciente panorama artístico, sus festivales culturales y últimamente por ser la mejor ciudad del mundo. En el adoquinado centro histórico de la ciudad se encuentra la parroquia de San Miguel Arcángel, de estilo neogótico y cuyas altas torres de color rosa se elevan por encima de El Jardín (plaza principal). El templo de San Francisco, que se encuentra en las proximidades, tiene una fachada churrigueresca del siglo XVIII.
Cada calle ofrece una experiencia única, llenas de contrastantes colores terracota, tiendas de diseñadores locales y extranjeros, galerías de arte, productos orgánicos de la zona, tiendas holísticas, panaderías artesanales y cafés escondidos entre patios coloniales llenos de vegetación.